Vladimir de la Cruz
(Conferencia
dada el 29 de octubre del 2020, en el marco de las actividades de celebración
del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica, organizadas por la
Biblioteca Nacional “Miguel Obregón Lizano”, la Cátedra Enrique Macaya Lahmann
de la Escuela de Estudios Generales, de la Universidad de Costa rica, y el
Instituto de Formación en Democracia, IFED, del Tribunal Supremo de Elecciones,
transmitida por Facebook Life del Tribunal Supremo de Elecciones)
En 1814 Napoleón abandona España, se restablece el
reinado de Fernando VII quien suspende la Constitución de Cádiz hasta 1820, en
que se ve forzado a restablecerla, cuando el continente ya casi había declarado
su independencia, y los realistas del continente no veían con simpatía el
restablecimiento de la Constitución de 1812. Las mismas Cortes, reunidas en
España, el 1 de enero de 1820, declararon una amnistía de los presos políticos,
especialmente de México.
Los movimientos de resistencia a la dominación
colonial, especialmente en Sur América, donde participan indígenas, negros,
criollos, desde el siglo XVIII, como las de los comuneros, las de Tupac Amaru,
los movimientos en Paraguay, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina eran parte de
las raíces de la lucha independentista de inicios del siglo XIX.
Las declaraciones de Independencia de los países
suramericanos iban dándose, así, en Haití el 1 de enero de 1804, en Paraguay el 15 de
mayo de 1811, en Venezuela el 5 de julio de 1811, en Argentina el 9 de julio de
1816, en Chile el 12 de febrero de 1818, en Colombia el 20 de julio 1820, en
Perú el 27 de julio de 1821. El imperio español se desgranaba.
Luego siguieron las regiones que pertenecían a la
Capitanía General de Guatemala, que
terminaron integrándose a México, como lo fue Soconusco, que pertenecía a la
Provincia de Ciudad Real de Chiapas, que declara la Independencia el 28 de
agosto de 1821, tanto de España como de Guatemala y, además, se adhiere al Plan
de Iguala, la Ciudad Real de Chiapas que declara su Independencia el 3 de
setiembre de 1821, de España y de Guatemala, incorporándose a México, por
disposición que toman el 14 de setiembre de 1824.
El Departamento San Marcos, de
Guatemala el 5 de septiembre, de 1821, proclama la independencia de
España y Guatemala incorporándose a México.
El Alcalde de Tapachula, región que pertenecía a
Soconusco, Bartolomé de Aparicio, el 23
de octubre de 1821, proclama la independencia de
España y de Guatemala incorporándose a México, y el 24 de julio de 1824 declara
la separación de la Provincia de Chiapas y la integración a las Provincias
Unidas de Centroamérica, quedando aceptado el 18 de agosto de 1824 como parte
del Estado de los Altos.
En Guatemala el último Capitán General, Carlos de
Urrutia, era incapaz de gobernar, en las condiciones difíciles que existían, y
con el restablecimiento de la Constitución de Cádiz en 1820, la Junta de la
Diputación Provincial lo obligó a renunciar en marzo de 1821, llamando a
ejercer la jefatura al Brigadier Gabino Gaínza que acaba de llegar de España.
En setiembre de 1821 se supo en Guatemala de la
firma del Plan de Iguala y del surgimiento de Iturbide. El ambiente en la
capital de la antigua Capitanía se agita.
El 4 de setiembre el Jefe Político Superior, Gaínza, en el Ayuntamiento,
reconoció que se recogían firmas para que se publicase la independencia. En
esta sesión se distinguió el patriota Mariano Aycinena divulgando el
conocimiento que había sobre los movimientos emancipadores de la región. Luego
de la discusión el Ayuntamiento dispuso redactar un memorial que lo
suscribieron más de cuatrocientas personas, que le pedían a Gaínza secundar el
pronunciamiento de independencia y proclamar la República. También se obligó a
Gaínza a restablecer las comunicaciones con Oaxaca.
En San Salvador, el padre José Matías Delgado realizó un acto similar
enviando un memorial en los mismos términos.
Las noticias de los sucesos de México influían
mucho. Los sucesos de Independencia Ciudad Real, Comitán y Tuxtla, se conocen y llegan a Guatemala el 13 y 14
de setiembre de 1821, provocando la reunión urgente, y bajo presión y
movilización popular, en vigilia desde el día 13, para que la Diputación
Provincial de Guatemala se pronuncie sobre la Independencia, lo que se realiza
el 15 de setiembre de 1821.
Desde los primeros días de setiembre se había intensificado el debate
por la independencia en la prensa guatemalteca, en plazas públicas, en las
tertulias patrióticas y en corrillos. Este sentimiento se hacía llegar por
cartas a los periódicos y al propio Ayuntamiento.
El viernes 14 de setiembre circularon las invitaciones a los ciudadanos
para forzar a la Diputación para que, al día siguiente, el 15, se pronunciara.
La reunión convocada por Gaínza tenía mayoría de representantes enemigos de la
independencia lo que hizo que Aycinena, Pedro Molina y José F. Barrundia
invitaran a los vecinos de los distintos barrios a congregarse frente al
Palacio de Gobierno.
Por la mañana del 15 de setiembre se reunieron 56 personajes,
representativos de los poderes públicos, civiles, eclesiásticos, militares y el
pueblo, quien de hecho tomó el edificio. En la sesión se leyeron los
pronunciamientos de los Ayuntamientos de Chiapas.
El pueblo se opuso a anexar Guatemala a México. Dominaban la reunión los partidarios de la
Independencia, con poca presencia de los representantes de las provincias,
dominando en número los guatemaltecos, lo que puede explicar la redacción del
Acta del 15 de Setiembre, con un ambiente popular muy amplio y rico, así
reconocido por la misma Acta del 15 de setiembre cuando dice “y oído el clamor de ¡Viva
la Independencia! que repetía de continuo el pueblo que se veía reunido en la
calles, plaza, patio, corredores y antesala de este palacio”
La reunión fue presidida por el Jefe Político
Brigadier Gabino Gaínza y la redacción del Acta la hizo el hondureño José
Cecilio del Valle.
Quienes proclamaron la Independencia de Guatemala invitaron al resto de
las provincias a que decidiesen lo mismo, por cuanto no había representantes en
la reunión del 15 de setiembre de las provincias ni de sus ayuntamientos ni de
sus diputados.
El Acta de Independencia de Guatemala del 15 de
setiembre es clara en su Artículo 1, que declara “la independencia del gobierno español la voluntad
general del pueblo de Guatemala”, dejando sujeta la posibilidad de revisión
“sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse”,
al cual se convoca.
En su Artículo 2 se ordena hacer circular “oficios
a las provincias por correos extraordinarios para sin demora alguna se sirvan
proceder a elegir diputados representantes suyos, y éstos concurran a esta capital
a formar el Congreso que debe decidir el punto de independencia general y
absoluta”.
Mientras tanto, en su Artículo 7 señala que las
autoridades establecidas “sigan éstas ejerciendo sus atribuciones respectivas
con arreglo a la constitución, decretos, y leyes hasta que el Congreso indicado
determine lo que sea más justo y benéfico”, y en su Artículo 8, concordante con
éste mantiene al Jefe Político al frente del Gobierno, para que forme una Junta
Superior Consultiva, con distintos representantes, pero ninguno de Costa Rica.
En su Artículo 16 se ordena acuñar una Medalla “que
perpetúe en los siglos la memoria del día Quince de Setiembre de mil
ochocientos veintiuno, en que proclamó su feliz independencia.”
En su Artículo 17 se señala que “las Excmas.
diputaciones provinciales, ayuntamientos constitucionales y demás autoridades
eclesiásticas, regulares, seculares y militares, para que siendo acordes en los
mismos sentimientos que ha manifestado este pueblo, se sirvan obrar con arreglo
a todo lo expuesto.”
Puesta a circular el Acta, a medida que se fue
conociendo, El Salvador proclamó su Independencia el 21 de setiembre de 1821,
Honduras, Comayagua, y Nicaragua lo hicieron el 28 de setiembre. El Acta de
Independencia de Honduras acordó jurar la Independencia de la Provincia de
Comayagua “con la precisa condición de que ha de quedar sujeta al Gobierno
Supremo que se establezca en esta América Septentrional”.
La ciudad de León era asiento de la diputación provincial de Nicaragua,
Costa Rica y Nicoya, desde 1812. El Jefe Político era Miguel González Saravia,
enemigo de la independencia. El 23 de setiembre había enviado un documento de
fidelidad a la monarquía.
En el caso de Nicaragua se produjo un primer
pronunciamiento el 28 de setiembre, redactado principalmente por el Obispo
Jerez, españolista, monárquico, enemigo de la Independencia, que abrigaba la
esperanza de que se revertiera el proceso, por lo cual establece condicionada
la Independencia de Guatemala, en su Artículo 1º. “que parece se ha erigido en
soberana”. Respecto a la Independencia del Gobierno español, en su Artículo 2
señala que la “Independencia” se hará “hasta tanto se aclaren los nublados del
día y pueda obrar esta Provincia con arreglo a lo que exigen sus empeños
religiosos y verdaderos intereses.”
El 27 de setiembre llegó el correo a León con los documentos de 15 de
setiembre y el Manifiesto de Gaínza. Conspiraron por todos los medios que
tuvieron contra la proclamación de la independencia González Saravia, el obispo
Nicolás García Jerez y el coronel Joaquín Arechavala, jefe de milicias de León.
Convocaron el 28 de setiembre con urgencia a los miembros de la Diputación
Provincial. Lograron en su conspiración reavivar los sentimientos de rivalidad
que tenían con Guatemala, como capital del reino, por lo que se acordó declarar
"la absoluta y total independencia de Guatemala que parece se ha erigido
en soberana". Los diputados Galarza, Gutiérrez y Solís abogaban por la
independencia y pedían su proclamación inmediata. La presión fue grande y el
obispo García Jerez engañó en su redacción proclamando la "Independencia
de España hasta tanto se aclaren los nublados del día...", lo cual era una
independencia provisional.
En el Artículo 3 señalaba que mientras tanto “todas
las autoridades debían continuar en el libre ejercicio de sus funciones con
arreglo a las constituciones y a las leyes. En su Artículo 4, se dice que se
“tomen las medidas más eficaces para la conservación del orden y sostenimiento
de los funcionarios públicos presentándoles el más eficaz auxilio, en la
inteligencia de que el gobierno castigará severamente a los perturbadores de la
tranquilidad pública y desobediencia a las autoridades.”
Queda claro que el Acta de León, de Nicaragua, es
una declaración de la Independencia de Guatemala, aun así, ambigua, más no
declara la Independencia de España.
Costa Rica desde junio de 1819 estaba gobernada por don Juan Manuel de
Cañas, a quien en la época le calificaban de déspota y terrorista
Las Actas de Guatemala y la de León llegan Costa
Rica el 13 de octubre de 1821.
El gobernador Juan Manuel de Cañas convocó con urgencia el Cabildo de
Cartago, dando a conocer los documentos del 15 de setiembre, el Manifiesto de
Gaínza, copia del bando de la Diputación de León de 28 de setiembre, documentos
recibidos sin júbilo ni entusiasmo patriótico por los cartagineses. Se acordó,
con excepción de un representante, imitar a León y visitar los ayuntamientos de
San José, Heredia, Alajuela y Ujarraz. El 15 volvieron a reunirse para determinar,
acusar recibo de estos documentos, y enviar las copias a los ayuntamientos
locales, donde brotaron sentimientos de anexar Costa Rica a México y de
separatismo.
El 14 de octubre el ayuntamiento de San José conoció los documentos y
declaró que no conocía el Plan de Iguala y planteó la necesidad de integrar una
Junta Provisional de gobierno. Por la noche se reunió el cabildo abierto de
Heredia, quienes declararon continuar asociados a la Diputación Provincial de
León y rechazó la propuesta de San José.
El 16 de octubre se reunió el Ayuntamiento de Alajuela, en igual sentido
que los anteriores. Cartago tomó la iniciativa de una reunión con
representantes de los ayuntamientos, incluidos Escazú y Barva.
El 25 de octubre se instaló la Junta de Legados en su primera sesión. El
26, en su segunda sesión, se propuso la creación de la Junta Superior
Gubernativa, con carácter provisional, situación que provocó grandes debates
entre los representantes de los ayuntamientos, que acordaron reunirse nuevamente
el 29 de octubre.
El 28 de octubre se recibió la noticia en San José que las ciudades de
Nicaragua se habían independizado, lo que provocó gran entusiasmo y
celebración, por lo que el día 29 por la mañana el Ayuntamiento decidió
proclamar la absoluta independencia del gobierno de España y subordinarse a la
Junta Gubernativa Provisional.
El 28 de octubre por la noche se convocó a la población para que en
Cabildo Abierto, a las 5 a. m. del día siguiente, dispusiera en Cartago sobre
estos acontecimientos. El 29 de octubre, en el amanecer, se tomó la decisión de
declarar y jurar la Independencia absoluta de España.
En la madrugada del 29 Santos Lombardo se apoderó del cuartel de Cartago
para custodiar las armas allí existentes, con dos propósitos, asegurar que las
armas no las usara el Gobernador para impedir la Independencia, que se
declararía al día siguiente, y para tener las armas por si hubiera
que usarlas en defensa de la Independencia. Así, el 28 de
octubre por la noche se convocó a la población, para que en Cabildo Abierto, a
las 5 a. m. del día siguiente, se dispusiera en Cartago sobre estos
acontecimientos. El 29 de octubre, en el amanecer, se tomó la decisión de
declarar y jurar la Independencia absoluta de España.
En Centroamérica no hubo necesidad de desarrollar ejércitos
independentistas porque no había un ejército colonial que derrotar.
Los vecinos de Cartago se lanzaron a las calles avivando la
independencia. Se convocó a reunión de cabildo, se conocieron nuevamente los
documentos, junto con el de León y un manifiesto de Guatemala sobre el
verdadero significado de la Independencia y se acordó proclamar y jurar
solemnemente, el jueves 1º. de noviembre, la independencia absoluta del
Gobierno español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario