Miguel
Morazán
Nació un 10 de octubre de 1940,
hijo del Dr. José C. Paredes, oriundo de Trinidad, Santa Bárbara y su madre
doña Guillermina Rodríguez, nacida en Amapala, por el lado Paredes Lardizabal,
sus primos fueron: León Rufo y Graco, todos ellos grandes basquetbolistas y
también primos hermanos de Cristina María, así como también Quique y los Kattan
Paredes todos exa del TEC y por parte de su madre Paco Maradiaga Rodríguez y
sus hermanos.
Sus estudios secundarios los
cursó en el Instituto Salesiano San Miguel, donde tuvo una pléyade de
compañeros hasta graduarse de bachilleres, entre otros, José Arturo Zúñiga,
Gerónimo Sandoval, Armando Zúñiga (el sólido), Fito Facussé, Rolando Handal, Vicente
Murillo, Mario Carias, Edgardo Handal, Roger Mayer, Obdulio Salinas y Rony
Girón.
Durante este periodo, logra
conformar el gran quinteto de básquetball, que fue campeón intercolegial por
dos periodos consecutivos donde él y Rolando eran el eje central, Pupi armando las jugadas como centro
delantero con gran visión, enorme resorte, ya que al brincar se elevaba sobre
los demás sin perder su posición de los miembros de su equipo, también contaba
con enorme velocidad y quiebres exactos, el cual servía atacando, por los lados
a Ramón Moncho Membreño y Alfredo Pineda y el chino Jose Hung y Rolando como la
gran muralla en la defensa.
Y luego, consiguieron un
Campeonato Centroamericano Intercolegial, luego Pupi pasó a ser el entrenador
del equipo del San Miguel, que logró canonizar con el quinteto formado por
Zavalón, Luisón Concesa, el chino Mingo Cwu, la vieja Alfredo Sikaffi de Tocoa
y Beto Cosenza, yo era de los tantos suplentes o repolleros, aquí iniciamos
nuestra amistad.
Al terminar voló a México, a la
Ciudad de Monterrey a iniciar su carrera como Ingeniero Civil, su vocación la
adquiere desde muy cipote, acompañaba siempre a su señora madre en su negocio
que era comprar casas en mal estado y reconstruirlas y venderlas, luego Pupi se
fue interesando, y desde entonces estaba seguro que estudiaría ingeniería donde
dominaba el idioma de las cargas y los claros.
Ya una vez inscrito en el
Tecnológico, compartió y vivió en los apartamentos 21 28 que era el refugio de
hondureños estudiando en el TEC, el cual quedaba en la avenida Tecnológico y a
cinco cuadras del TEC, en el apartamento de Pupi vivían los estudiantes de
ingeniería, entre ellos, Roberto Larios, Omar Abufele, Rolando Handal y Colacho Miselenen y Juan Marinakys quien
estudiaba Contaduria Publica el segundo piso, y en la primera planta el
apartamento de los agrónomos Polo Pineda, el cusuco Calderón, el Oso Figueroa,
el bembón Maradiaga y el garrobo Ricardo
y el farolito Roberto Oliva.
José Francisco fue un estudiante
muy disciplinado, totalmente entregado al estudio sin haber abandonado su gran
afición sobre el básquetbol, la cual a la vez le servía para relajarse de las
pesadas horas de estudio y al poco rato integraba el equipo oficial del TEC
siempre acompañado de su gran e inseparable amigo Rolando Handal.
Durante este periodo, por lo
menos nos mirábamos una vez al mes en la reunión de la Asociación de
Estudiantes Hondureños de la cual serví como su presidente.
Al terminar la carrera, en la
ceremonia de graduación recibió dos premios mención de Excelencia Académica y
además el premio del saber al alumno más distinguido entre todos los graduados
de ese año de esta prestigiada Universidad de Estudios Superiores, ya
profesional regresó a Tegucigalpa, se reencontró con Cristina María Lardizábal
Oviedo, quien acababa de terminar una Licenciatura en Lenguas en Roma, el
romance termino en boda y al año nace su primogénita Alejandra.
Cristina María también era mi
amiga, pues fuimos compañeros en los primeros años de primaria en el Federico
Froebel LA PAQUITA.
Con ansias de superación,
aprovecha una beca del TEC de Monterrey para sacar una maestría en Diseño en
Operaciones y nuevamente se traslada a la norteña ciudad mexicana a
especializarse, pero en esta ocasión va en compañía de su esposa Cristina María
y su pequeña hija Alejandra recién nacida, en esta época de su vida, se dedica
con más ahínco a estudiar la parte estructural y pretensado de las vigas que
pueden soportar cualquier estructura y entre estudio y noches amorosas nace su
hija Marcela.
Ya habiendo cumplido el sueño de
su vida, regresa a su amada patria a laborar como consultor de la Tela Railrood
Company, donde labora por más de cuatro años en el diseño de irrigación de las
plantaciones de banano radicando en San Pedro Sula, en esta norteña ciudad
nacieron sus últimos dos hijos Daniela y Sergio su único hijo varón qué es
Ingeniero en Sistemas.
En la elaboración de canales de
contención para el riego de las grandes plantaciones de plátano para exportar a
USA y Europa, en este periodo es contratado por Banco Atlántida para diseñar la
estructura del edificio del Banco en la ciudad de San Pedro Sula, diseñado por
el arquitecto Rafael Virgilio Padilla y en ese momento el edificio más alto de
San Pedro Sula.
Para todo mundo él era Pupi
Paredes y para él, todo mundo era el INDIO, a pesar de su gran prestigio como
el ingeniero del momento, jamás se vio alterada su humildad y su trato
sencillo, cariñoso y cordial con los demás, jamás se le subió el humo a la
cabeza.
Regresa a Tegucigalpa, a fundar
Procosa pretensa cuyo socio capitalista es Daniel Casco López después de un par
de años logra su independencia y funda sus propias empresas y se vienen no
menos de 50 proyectos de gran envergadura como la Presa Los Laureles y un
sinfín de puentes aéreos para descongestionar el trafico de Tegucigalpa y la
red carretera de Honduras.
En este momento pasa a ser un
icono en la Ingeniería Civil de Honduras que hoy después de su muerte se puede
llamar antes del Ing. Paredes y después, pues marca una clara época del antes y
después de la construcción pretensada.
Con su empresa CONSULCRETO
durante tres décadas diseñó y construyó más de doscientas cincuenta obras de
ingeniería.
Diseñó y construyó un proyecto el
cual realizo con cinco egresados del tecnológico el cual lo tenía muy
emocionado y este fue el edificio construido para ser el Centro Cultural
dedicado a Clementina Suarez, el Ingeniero Paredes se incorpora por la gentil
invitación que le girara su primo Enrique Paredes, quien es también Ingeniero
Industrial y Ex-A-TEC. y fue el encargado de realizar la obra estructural de
dicho proyecto, también El ingeniero Ángelo Bottazzi Suarez es un egresado de esta prestigiosa Universidad y
además sobrino de la legendaria Poeta fue quien
compra el terreno al Ing. Arturo Quezada y lo hace a nombre del Club
Rotario Tegucigalpa Sur; ya que en el momento de dicha compra la fundación
Clementina Suarez carece de personería Jurídica, consciente que al salir la
misma se trasladaría el terreno con todas sus mejoras a quien el Estado había otorgado
los permisos de realizar las rifas para consecución de fondos como un
reconocimiento a una mujer que reforzó nuestra Identidad Nacional a través de
su poesía.
Otro elemento importante en esta
construcción, fue el Ingeniero Felipe Antonio Peraza Zelaya también Ex-A-TEC,
quien refuerza la recaudación de fondos con la rifa y la feria Internacional de
la Amistad y del Deporte, ya que también era sobrino de la poeta y Miguel
Morazán Licenciado en Administración de Empresas con especialización en Mercadotecnia
también Ex-A-TEC quien era el director de consecución de fondos, para financiar
esta obra de inicio a fin y por su puesto el Ingeniero José Francisco Paredes
quien hizo el diseño estructural y nos proporcionó las vigas que sostendrían la
estructura en su conjunto, quien nos dio un precio especial por tratarse de que
iba a ser un Centro Cultural que tanta necesidad tenemos de los mismos los
hondureños bien nacidos, creo que esta fue en el único proyecto que el
ingeniero Paredes trabajara tan de cerca con cuatro amigos queridos egresados
también de su alma mater. Pupi le entró con ganas a este proyecto a sabiendas
del gran déficit educativo y cultural existentes en el país
El Arquitecto José Fernando
Martínez también se unió al gran entusiasmo que este proyecto despertaba entre
la población y donó los planos del mismo, pero para ser un edificio de dos
plantas. Cuando la parte estructural ya estaba por completar, siendo el turno
de manejar este proyecto a cargo de Guillermo López Gómez y Juan Ramón Martínez
que surge la idea de encaramarle dos pisos más, ya que el entusiasmo era
desbordante; pero entonces Quique Paredes dice que nada procede sin consultar
al Ing. José Francisco Paredes si la cimentación podía resistir la carga de dos
losas adicionales, a lo que Paredes respondió, me lo imagine desde un principio
que esto sucedería por lo que reforcé sus cimientos, a todo esto, Quique no
paraba de repetir cuando empezamos a excavar que lo hiciéramos hasta pegar con
roca.
También participaron en esta
monumental obra Plutarco Castellanos, Juan Ángel Arias Rodríguez, Mario Nájera,
Carlos Reyes Barahona, Elías Lizardo quien concluye la edificación y por
supuesto su otro pariente Arq. David Aguilar Paredes hijo de prima Rosbinda
Paredes de Aguilar, Pupi te estaremos eternamente agradecidos sobre todo la
gran Poeta Clementina Suárez Zelaya quien gracias a tu gran admiración por ella
le entraste con mucho entusiasmo a esta trascendental obra.
Otra de sus obras monumentales y
de gran impacto fue el CRISTO DEL PICACHO, aquí también logró agrupar a una
serie de hombres y mujeres notables de la hondureñidad como doña Armida de
López Contreras, El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, el Arquitecto Mario Zamora
quien esculpió la imagen, el Arquitecto Jorge Luciano Durón quien diseño la
plazoleta y lugares adyacentes, el Presidente Reina a quien los puso a correr
contra el tiempo pues él quería entregarle al pueblo de Tegucigalpa la obra y
que fuera inaugurada en su periodo y a José Francisco y a su hijo Sergio quien
acompaño a su padre en el día a día de acuerdo a los avances de la obra, ya que
bajo sus hombros estaba las bases estructurales donde descansarían la escultura
de la imagen del Cristo y la cual debería de resistir vientos huracanados como
del desarrollados en el huracán Mitch.
En América Latina hay muchos
Cristos, pero los más famosos son el Cristo del Corcovado o Pan de Azúcar en
Rio de Janeiro Brasil, así como el Cristo de los Andes entre Argentina y Chile
y también el Cristo redentor de Puerto Plata, República Dominicana y el Cristo
Rey de los Álamos Tijuana Baja California en México, entre otros.
José Francisco fue un hombre muy
hogareño siempre muy pendiente de Cristina María y de sus hijos a quienes crio
con mucho amor, pero con disciplina a todos ellos les dio una educación de
primera, Alejandra su hija mayor es Licenciada en Comunicaciones, Marcela
Licenciada en Administración, Daniela Ingeniera Bioquímica, todas ellas
estudiaron también en el Instituto Tecnológico y su hijo menor Sergio Ingeniero
en Sistemas, todos ellos coincidentalmente los Paredes Lardizabal se repite.
Estos le dieron 9 nietos:
Alejandra 1, Marcela 4, Daniela 3 y Sergio 1, tres de ellos ya se graduaron de
Ingenieros Civiles siguiendo los pasos de su gran abuelo.
Pero donde él se sentía realizado
era en las famosas reuniones que realizaba en sus oficinas, donde reunía a
muchos involucrados en la rama de la construcción, dichas reuniones fueron
bautizadas como VIERNES CULTURALES a los cuales acudían semanalmente sus amigos
entre ellos: Víctor Bravo Ingeniero Eléctrico y los Arquitectos Rolando Ríos,
Roberto Montis y Quique Bermúdez, Francisco Cervoni Rubén Sorto y don Helmut
Saidel, los cuales eran finamente atendidos por Cristina María y mandaban con
mucha frecuencia a traer comida al restaurante los Gauchos para botanear, que
era su favorito por sus deliciosos asados.
Hoy 30 de Julio Honduras está de
luto ya que ha perdido a uno de sus hijos que puso tan en alto su nombre al
haber recibido el Premio al Saber en su graduación en el TEC de Monterrey, Pupi
descansa en paz, pero ten la seguridad que siempre te recordaremos cada vez que
miremos al Cristo del Picacho una de tus obras emblemáticas, donde pusiste toda
tu alma y corazón, y sobre todo de manifiesto tu gran fe cristiana, en gratitud
a Dios por todas las bendiciones que recibiste en tus 80 años en este mundo
terrenal donde dejaste una gran huella imborrable para toda la eternidad.
8 de septiembre de 2020
Centro cultural "Clementina Suarez" |
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