¡Al tío Arnold
Gutiérrez, marino de siete mares; gracias!
Rubén Darío Paz*
Este texto, sólo pretende poner
en valor la numismática, como disciplina dedicada al estudio de monedas y
billetes, igual lo hago desde mi condición de coleccionista, actividad que
realizó desde tiempos escolares a la fecha.
Billetes y monedas son recursos didácticos
para abordar varios tópicos en los diferentes niveles educativos. Siempre
entendí que ser coleccionista, más que un hobby,
es una oportunidad, para acercarse a la cultura e historia de un país.
Conforme las sociedades han
venido desarrollándose, fue necesario implementar valores de cambio, sean estos,
monedas, bonos, billetes, etc.
Gracias a la perpetuidad de los
metales se conservan en museos especializados, muestras importantes de monedas
antiguas, como las que se encontraron en Asia Menor, fundidas en oro y plata,
específicamente en lo que ahora es Turquía,
(Reino de Lidia), esas monedas rondan los 28 siglos de existencia. Nada
despreciable son las monedas del imperio romano, que ahora son parte del Museo
británico, no sería de extrañar, que más de algún especialista siga buscando
las 30 monedas de plata, cobradas por Judas Iscariote.
Muchas naciones, han dedicado
monedas o billetes a eventos especiales, conmemoraciones, descubrimientos, a intelectuales
ejemplares, y por supuesto nunca han faltado dictadores que se autonombran para
figurar como dueños de un país. Billetes y monedas, son reflejos de la historia
y la cultura de una nación determinada.
Aunque el billete como producto es
frágil, la impresión artesanal de los primeros nos remite a la China. “A
finales del siglo VIII apareció el billete sin orden nominal, equivalente al
bono de caja actual, que fue nacionalizado en el 812 y se utilizó para el pago
de impuestos. El billete más antiguo que se conserva es de la época del
emperador Hung Wu (1368-1398) de la
dinastía Ming. No debemos olvidar que
la humanidad debe a los chinos grandes inventos, como el papel, la pólvora, la
brújula, el vidrio, la imprenta entre otros.
Siglos más tarde el gran viajero
Marco Polo, en sus crónicas de viaje relataba amplias descripciones sobre el “uso
del papel moneda” en oriente, claro en la Europa de ese momento, esas opiniones
causaban incredulidad.
En Europa, se tiene como
referencia que los primeros billetes aparecieron en Suecia en 1661, a
iniciativa del cambista Johan Palmstruch,
quien los entregaba como recibo para quienes le depositaban oro u otro metal en
el Banco de Estocolmo. Aunque los Bancos en Europa, tuvieron un proceso
dilatado, muchas referencias apuntan hacia la cuenca del mediterráneo, desde
mediados del siglo XV en pleno apogeo del mercantilismo, que dio paso al
capitalismo.
En tiempos de la monarquía de Carlos
III a mediados de 1780, ya en España se conocían los billetes. Es normal que,
por el peso de las monedas, los costos de los metales, pudo haber sido
complicado “cerrar tratos”, de ahí que se ideo buscar opciones más ligeras.
Monedas referentes desde el mundo antiguo
En fuentes bibliográficas
coloniales, se mencionan palabras como “maravedís” (moneda de origen árabe,
utilizada en España) “macacos o macuquina” (moneda acuñada en el alto Perú, “reales
y pesos”, estas últimas tienen tradición peninsular.
Actualmente varios países americanos,
denominan a su moneda “pesos”, en clara alusión a varios siglos de dominación
española, según los cronistas de indias “los indígenas americanos habían
utilizado como moneda, en especial para el pago de tributo, granos de cacao, ciertos
tipos de conchas y otros productos.[1]
Conforme avanzó la administración
colonial se crearon las Casas de Cuño,
funcionaron inicialmente en Santo Domingo, Lima, México, Guatemala, Quito, Comayagua
y Tegucigalpa se sumaron posteriormente.
Singular papel jugaron los
falsificadores de monedas, personajes que siempre estuvieron presentes, y si
algo hay que valorarles, fue su habilidad, tanto que a la fecha, resulta
laborioso identificar cuando una moneda es original, o es falsa.
Señales del papel moneda en América
Una de las primeras referencias
que se conocen sobre la emisión de papel moneda, es una autorización de 1811,
correspondiente a Cartagena, en lo que antes fue Estados Unidos de Nueva Granada, ahora parte de Colombia.
Con el devenir del siglo XIX, los
Bancos se fueron consolidando, por lo que hubo una mayor apertura para Bancos
privados inicialmente y luego Bancos desde el Estado, para fijar políticas de
empréstitos comerciales.
Las primeras impresiones en “papel
moneda” en México, datan de la segunda década del siglo XX, aunque es
importante mencionar que la actividad bancaria había dado inicios 75 años
atrás. Recordemos que la existencia de Bancos, no necesariamente tenía bajo su
responsabilidad la emisión de papel
moneda.
Uno de los billetes envuelto en
una agria polémica, se emitió en México en 1925, el billete de 5 pesos, donde
aparece una mujer con rasgos nada mexicanos, popularmente conocida como “la gitana”, aun se corre el rumor que
esa imagen corresponde a la amante del que fuera ministro de Hacienda de ese
entonces.
En otras latitudes, también hubo bullicios
relacionados con la emisión de billetes, un artista holandés en 1985, escondió
en unos coloridos billetes, los nombres de tres mujeres, su abuela, su mujer y su amante. Holanda, siempre tuvo billetes bien
elaborados y eso tiene que ver con su tradición pictórica de altos vuelos.
En las paradisiacas islas de
Seychelles, país en el océano Indico, en 1968 circulo “el billete de 50 rupias”, de color verde, tenía un barco de vela, y cerca de la imagen de la reina
Isabel, destacan dos palmeras, que al verlas de manera vertical y observar con
detenimiento las ramas de las palmeras, forman la palabra sex…. el billete es pretendido entre coleccionistas.
Algunos dictadores como Mobuto Sese Seko, en Zaire, se
incluyeron en billetes para muchos años, al llegar su sucesor Kabila, esté
ultimo procuró eliminar de los billetes, la imagen del ex presidente, la única
salida fue, recortar el rostro del dictador en cada billete…y así circularon
por muchos años.
El país sur africano de
Suazilandia, se emitió el billete con la “mayor
cantidad de desnudos”, en el anverso aparecen nueve mujeres y dos niñas ligeramente vestidas con los trajes
tradicionales, utilizados en la “danza de
la caña” o “de los juncos”, donde
danzan miles de mujeres jóvenes, cuyo propósito es que el rey, les seleccione como
esposa.
Otros billetes han alcanzado
notoriedad por un error, uno de los casos sonados, fue cuando equivocaron la
fecha de fallecimiento del mariscal Josip
Broz Tito, en la ex Yugoslavia, o un desliz ortográfico en el fragmento
impreso del discurso de Edith Cowan
en Australia en 1995, homenajeada en el billete de 50 dólares.
Demás esta señalar que los
coleccionistas estamos atentos, a buscar ediciones
limitadas, series diferentes,
correlativas, alineaciones y textos
defectuosos, impresiones obstruidas, sobre sellos mal impresos, faltas de tinta
o excesos de color, o billetes levemente fruncidos, entre otros
detalles.
Concursos para diseñar billetes
Cada país, tiene potestad para
definir el diseño de sus billetes, seleccionar los elementos identitarios, tipo
de papel para impresión, los valores nominales, las normativas de seguridad, cantidad
de circulante, incluyendo el tamaño de sus billetes. Esfuerzos meritorios
realizó Colombia, al incorporar las señales del sistema braille, en todos sus billetes.
En las últimas décadas varios
países han optado por sustituir el papel de algodón y lino, por el conocido polímero (una especie de plástico), fue
Australia la que desde 1988, los coloco en el mercado. Actualmente unos 30
países, están utilizando el polímero, es
más durable, vistoso, difícil de falsificar y más ecológico.
En Honduras, sólo se ha emitido
un billete en base a polímero, justo el de veinte lempiras, más el de 200 lempiras
que al parecer, entrará en circulación a finales del presente año.
Es significativo destacar que
anualmente la Sociedad Internacional de Billetes Bancarios (IBNS), realiza un concurso
de los billetes más bonitos del mundo, actividades similares realizan otras
instituciones, aunque estas sean limitadas regionalmente.
La última competencia del 2018 se
premió el billete de 10 dólares de Canadá, dedicado a Viola Desmond, luchadora por las libertades individuales. México
alcanzó un segundo puesto con el billete de 500
pesos, en homenaje a Benito Juárez. Rusia por su parte obtuvo un tercer
lugar, al homenajear al mítico guarda redes Lev Yashin, en el billete de 100 rublos.
Renombrados billetes
Los nombres de las monedas y
billetes, responden a procesos históricos, a concursos o designaciones
consensuadas. Así destacan en Inglaterra las libras inglesas o esterlinas, por cierto la moneda más antigua y
vigente, la Corona en varios países nórdicos, las Liras-turcas, el Dólar norteamericano, el Yen japonés, el Rublo ruso,
el Yuan chino, la Rupia en la India. Con la integración de
la Comunidad Económica Europea en 2002, se consolidó el Euro, nombre que también surgió producto de un amplio concurso. En algunos países de tradición árabe, el Rial y el Dinar son frecuentes, aunque cada uno con sus propias
particularidades.
Estados Unidos, desde finales del
siglo XVIII utiliza el Dólar, al parecer el término se retomó de una vieja
tradición del centro de Europa. Canadá, desde su independencia en 1867 adopto
el Dólar y le agregó el gentilicio “canadiense”, estos billetes están impresos
en dos idiomas; inglés y francés, y una que otras palabras del idioma Inuit (Esquimales).
Es significativo que el Peso, se utilice en varios países
latinoamericanos; México, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, Cuba, República
Dominicana, tradición que responde a vínculos coloniales. Brasil, con un largo
devenir, volvió adoptar el Real (reais)
en portugués, en 1994. Duran te largos procesos de devaluación han utilizado,
Cruzeiros, Cruzeiro novo, Cruzado novo, situación que les ha permitido
jugar con una serie de elementos en sus diseños y tamaños.
En la mayoría de países de la América
Insular se utiliza el “Dólar” con algunas variables de acuerdo al gentilicio “dólar de barbados” “dólar bahameño” “dólar
jamaiquino”, “dólar del caribe oriental”. En el caso de Aruba, se utiliza “el Florín” por sus vínculos con
Holanda, Haití, una ex colonia francesa, le nombra a su moneda “gourde”
(gorda). Las Guyanas, territorialmente asociadas a la América del Sur, también
han adoptado el “Dólar”, con sus variables gentilicias. Especial interés genera
el “Guaraní” en Paraguay, que toma su nombre del idioma homónimo, se estableció
como moneda desde 1943, a la fecha sus billetes están en español y guaraní.
Perú, nombro soles a su moneda en
1863, luego de un efímero paso por el “inti”, volvió al “nuevo Sol”. Es curioso
que, en el billete de 200 soles, aparezca la imagen de la primera santa de
América, Santa Rosa de Lima.
En Centroamérica, Guatemala que
por muchos años lidero la emisión de “pesos” para el resto de provincias, ya en
1924 optó por una acción de conservación del Quetzal, en alusión al ave sagrada
del mundo Maya. Belice, escogió el “Dólar beliceño” desde su independencia y destaca
la figura de la Reina Isabel, dicho sea de paso es la mujer más representada en
los billetes y monedas en el mundo.
Honduras, al formar parte como provincia
de la capitanía General de Guatemala, utilizó por varios siglos, diversas
monedas, (reales, pesos), inicialmente acuñadas en Guatemala. Llegamos al
proceso de independencia en 1821 y se siguieron normativas similares en la
acuñación de monedas, en Comayagua y Tegucigalpa, utilizando, plata, bronce.
Con la Reforma liberal en 1876,
se les ofreció a los inversionistas extranjeros, una serie prebendas, estos a
su vez imprimieron sus propios billetes. Algunas navieras norteamericanas como The
Aguan Navigation and Improvement Company,
realizaron en 1886, series de billetes, y estratégicamente incluyeron el
rostro del presidente de turno Luis Bográn. A finales del siglo XIX y en las primeras
décadas del siglo XX, el Banco Atlántida, que se fundó en la ciudad de La
Ceiba, también emitió una serie de billetes apreciables.
Antes de que se instituyera en
1931 el Lempira como moneda oficial, circularon en Honduras, monedas de otros
países de ahí que, en el imaginario nacional, quedaron palabras como; bambas, reales,
pesos.
Honduras, consensuo nombrar su
moneda Lempira, como un reconocimiento a la resistencia indígena, aunque hubo
propuestas para que se denominara con el nombre de Morazán. Los primeros
“lempiras”, aparecieron con plumas, como para confirmar un desconocimiento
sobre nuestros pueblos originarios. Posteriormente los billetes de otras
denominaciones, fueron dedicados a los próceres fundantes del Estado hondureño.
(Morazán, Cabañas, Herrera, Valle, Reyes). Posteriormente el Padre Reyes fue
sustituido por la figura del expresidente Gálvez, en reconocimiento por estabilizar
la banca nacional.
Al cumplirse los primeros 100
años de la Reforma Liberal, en 1976 se emitió el billete de 2 lempiras con la
figura de Marco Aurelio Soto. Conforme
ha avanzado el proceso de devaluación en 1997 se incorporó el billete de 500
lempiras, honrando al influyente intelectual Ramón Rosa.
Recién las autoridades del Banco
Central, con motivo de conmemorarse los primeros 200 años de Independencia, se han
emitido billetes de 200 lempiras. A
nuestro parecer un creativo diseño, sin embargo es lamentable que no se haya
incorporado la figura de una destacada mujer, eso como mínimo nos hubiese
puesto a tono con otros países del continente, y era una importante oportunidad
para reconocer el rol fundamental de la mujer en el país.
Nicaragua,
desde 1912 nombró su moneda con el segundo apellido del conquistador Francisco
Hernández de Córdova. A pesar del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1979, no se registran
intentos por cambiarle el nombre a la moneda nicaragüense, sin embargo en esa
etapa, en los billetes hizo homenaje a personajes que inspiraron y ofrendaron por
la revolución; Augusto Cesar Sandino, Carlos Fonseca Amador, Rigoberto López
Pérez, Germán Pomares Ordoñez entre otros. Especial reconocimiento siempre se
ha hecho a su universal poeta Rubén Darío.
Costa Rica, denomino a su moneda
Colón, desde 1896, en el marco conmemorativo de los primeros 400 años del
Descubrimiento de América. Mientras el resto de países del istmo
centroamericano se enfrascaron en luchas fratricidas, este país, logro
consolidar una economía, vinculándose con países europeos. Los Bancos como
instituciones, alcanzaron plenitud a mediados del siglo XIX. En algunos de sus
primeros billetes, aunque de manera anónima ya aparecían mujeres campesinas. En
las décadas de los años treinta en Costa Rica, se imprimió un billete de 2
colones, donde aparecía la “Mona Lisa”, asumimos se trataba de un homenaje a
las bellas artes, aunque la figura luce delgada y con rasgos no bien logrados.
En 1968, siempre en Costa Rica, se diseñó el billete de 5 colones, incorporando
en el anverso la pintura mural “Alegoría del café y el banano”, del artista
italiano Aleardo Villa y que se
encuentra en el Teatro Nacional. El billete genero tanta aceptación, que se
convirtió en un icono, salió de circulación, pero los pobladores, lo recrearon
en diversos objetos; camisetas, postales, toallas, llaveros, tazas etc.
Tres países dolarizaron sus
economías, Ecuador, El Salvador y Panamá, desde entonces utilizan el Dólar,
sólo que en el último caso se acuñan monedas denominadas “balboas”, en memoria
del conquistador del mar del Sur, Pedro de Balboa.
En el caso africano, los nombres
de los billetes están relacionados con los procesos de dominación colonial, 14
países lo denominan “Franco”, luego se recurre a nombres que corresponden a
idiomas originales; Angola (Kwanza), Zambia (Kwacha), Nigeria (Naira) Ghana
(Cedi), Etiopia (Birr) Gambia (Dalassi) Sudáfrica (Rand), etc.
Especial agradecimiento a la Hermandad Numismática de Honduras.
*Rubén Darío Paz. Director de Gestión Cultural en el Centro
Universitario Regional de Occidente- UNAH. Docente investigador en la
Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán en Santa Rosa de Copán.
Historiador, egresado del doctorado de Antropología Cultural en la Universidad
de Salamanca, España. Ensayista y fotógrafo. Miembro de Número de la Academia
de Geografía e Historia. Correo rubenga1934@yahoo.com
Teléfono (504) 89 02 70 49
[1] Julio Torres, curador del museo Casa de la Moneda de España en su
ensayo” La implantación de la moneda en América”.
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