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Juan Ramón Martínez

ASÍ SE CELEBRÓ EL CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE HONDURAS EN 1921

 

Miguel Rodríguez A.

Rafael López Gutierrez

Un siglo después de haberse dado la gesta independentista centroamericana respecto a la administración colonial española, los cinco países que conformaron la Capitanía General de Guatemala, se encontraron con una realidad compleja, diferente a 1821. La idea central de 1921 fue celebrar el centenario de ese hecho histórico, que cada país celebro de diferente manera. En el caso hondureño, la administración del Presidente Rafael López Gutiérrez llevo a cabo una serie de actos públicos que demostraban a la ciudadanía la importancia de conmemorar 100 años de historia independiente a través de diferentes manifestaciones culturales y sociales, llevadas a cabo en primera instancia por las autoridades gubernamentales y la población en general.

El espíritu del centenario se vio orientado por la coyuntura política, social y cultural de la época, donde los intentos unionistas centroamericanos fracasaron y se avivo la idea del antiimperialismo, principalmente entre intelectuales y políticos.

El espíritu de unión centroamericana en el año del centenario se vio favorecido con la ratificación unánime del Pacto de Unión de Centroamérica en San José de Costa Rica el día 19 de enero de 1921. La prensa, la intelectualidad y la sociedad lo expresaban a través de manifiestos y posteriores actos públicos. Así los confirmo el diario El Heraldo de La Ceiba, cuando se decretó el 15 de septiembre la federación centroamericana. Por otra parte, se firma el convenio de celebración del primer centenario de la independencia de Centroamérica en la ciudad de Guatemala. Honduras acreditó al doctor Ernesto Argueta como delegado para integrar el Comité del Primer Centenario en ciudad Guatemala.

En Tegucigalpa y Comayagüela, así como en muchas ciudades hondureñas, se celebró con obras públicas, bailes, discursos y la conmemoración de los próceres de la independencia. En Comayagua, se celebró el centenario limpiando la ciudad, se construyó un quisco y se mandó a pintar las casas. Así mismo, en zonas al interior del país, con la diligencia de muchos estudiantes y profesionales radicados en Tegucigalpa celebraron el centenario realizando veladas como tertulias literarias, y una comisión de festejos locales. Esto último se confirmó para el caso de Langue, Guayape y Morolica. Dentro de esta dinámica se reconoce la primera corporación del municipio de San Vicente del Centenario sita en Santa Barbara.

San Pedro Sula y las demás ciudades en la costa atlántica no se quedaron atrás en las celebraciones. En la primera, la comunidad árabe mando construir un parque llamado Palestina. En Tela tanto las empresas privadas extrajeras como los nacionales participaron activamente en la celebración. El general Arturo G. Matute donó 75 pesos oro. También lo hizo la Tela Railroad Company con 500, Juan R. López con 100, la Municipalidad con 500, J. A. Kawas con 10, D. L. Balderach con 25, entre muchos otros. En La Ceiba, la Compañía Vaccaro, el ingenio Montecristo y otras contribuyeron técnica y económicamente para la celebración del centenario.

En este marco se publicada la obra del escritor Catarino Castro Serrano: Honduras en la primera centuria. Nuestra vida pública, diplomática, militar y cultural. Así mismo, es contratada la edición de un álbum gráfico del centenario con una empresa en San José de Costa Rica.

Los discursos fueron generalizados. Luis Andrés Zúñiga pronunció un discurso en el parque central el 15 de septiembre. También lo hizo Luis Batres augurando nuevos tiempos donde prevalecerían la aurora de civilización, progreso y libertad. Las escuelas y colegios de Tegucigalpa cantaron el himno a Centroamérica. Los poderes del Estado y los ciudadanos asistentes prometieron, mediante juramento su fidelidad al Escudo y Pabellón de la Patria Grande.

El gobierno hondureño presidido por López Gutiérrez consolido en el marco del centenario la idea del unionismo que a la postre fracasaría pero que en su momento se designó a la ciudad de Comayagua como sede de las sesiones extraordinarias del Consejo Federal. La comisión nombrada para la celebración de dichos actos conmemorativos: el 15 de septiembre, centenario de independencia y otros actos paso los 4,302.71 pesos de la cual, la comisión invirtió 1,827.00 pesos. Ello nos da la idea concreta de que dicho evento histórico estuvo auspiciado por las autoridades gubernamentales y el numerario privado.

En la celebración del centenario e inspirado en el movimiento unionista, el historiador Rómulo Ernesto Durón arregla un himno centroamericano con la letra adaptada de la Granadera.

En medio de una multitudinaria concurrencia de espíritu unionista se inauguró El Obelisco, símbolo victorioso del primer centenario de la independencia patria, 1821-1921, en la Plaza de El Soldado en Comayagüela. Esta obra es quizá la más insigne de cómo se celebró el centenario en 1921.

Este año tenemos la oportunidad de conmemorar 100 años más de historia, momento clave para repensarnos como hondureños ciudadanos del mundo.

 

Fuentes

Bardales, A., & Lemus, M. (2019). Remembranzas del Centenario de Independencia de Centroamérica 1921. Revista Estudios.

Donativos para fiestas patrias. (11 de septiembre de 1921). La República, pág. 1.

El Heraldo de La Ceiba centroamericanista. (18 de octubre de 1924). El Heraldo de La Ceiba, pág. 1.

 

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Sobre el autor

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Olanchito, Yoro, 1941. Realizó estudios de profesorado en Ciencias Sociales en la Escuela Superior del Profesorado y es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Divulgador cultural y periodista de oficio, Juan Ramón Martínez Bardales es columnista del diario La Tribuna desde 1976, medio en el que también coordina los suplementos Tribuna cultural y Anales históricos. Además, mantiene una columna en La Prensa de San Pedro Sula y una semanal en la revista Hablemos Claro.