El Doctor Jerónimo
Murillo es el personaje más famoso del Municipio de Tepausente. Sus logros
trascendieron las fronteras nacionales.
Era un curandero que viajó a la
India (aunque se ignora cómo o con quien) y a su regreso logro curar a enfermos
que según los médicos de aquellos tiempos estaban condenados a muerte. El Doctor Gerónimo Murillo Sosa, nació a
finales del siglo XIX, en la aldea de San José del Potrero, municipio de
Teupasenti.
Fueron sus padres Don
Victoriano Murillo y Doña Luisa Sosa.
De origen familiar humilde junto a sus cuatro hermanos, les fueron
inculcadas las buenas costumbres de la época, las cuales mantuvo y practicó
durante toda su vida. Desde niño empezó
a demostrar su gran talento y sabiduría natural y que cultivó de manera asombrosa,
cuando se trasladó a la costa norte de Honduras. Ese cambio de sendero marcó el gran inicio
para que, varios años después, regresara a su pueblo natal Teupasenti a brindar
su Apostolado de servicio y ayuda a miles y miles de personas a las cuales
trataba y curaba de diferentes dolencias.
Aun hoy tenemos personas en nuestro pueblo que, por haber convivido o
trabajado con Don Gerónimo Murillo dan testimonio de sus proezas. Entre estas personas tenemos a don Félix
Murillo, Alfredo Murillo, Ramón Ramos, Román Pérez, Héctor Nelio López y Javier
Ramos.
Ellos nos cuentan que
durante el viaje que el doctor realizo a la costa norte de Honduras conoció a
una pareja de personas de la raza negra, las que eran naturistas procedentes de
Belice, lugar hasta donde llevaron al Doctor Murillo. Quien muy interesado adquirió los más brillantes
conocimientos sobre la botánica y la medicina natural. A esto es lo que el
conocimiento popular, atribuye como viaje a la India, periplo que no está
comprobado. Cuando regreso a Honduras
busco su lugar de origen, Teupasenti y equipado con nuevos conocimientos y
material traído desde la India (Asia) empezó a dar medicinas y a curar
personas, aunque al inicio no lo hacía de manera pública. Con el paso del tiempo y el testimonio de sus
obras, su fama se fue extendiendo de manera impresionante incluso fuera de
nuestras fronteras patrias. Asi fueron llegando personas de diversos países de
Centro América y hasta de América del
Sur, ya que desde el Perú vinieron
personas a buscar la cura de sus males de las manos de don Gerónimo. A medida que la fama de este médico naturista
crecía, también fue creciendo el
descontento de los médicos titulados
quienes trataron de obstaculizar la buena reputación e imagen del Doctor
Murillo. Toda esta campaña negativa
quedo desmentida, según refieren personas de edad mayor, cuando aconteció lo
siguiente. Eran los tiempos de la
dictadura del General Tiburcio Carías Andino en donde cualquier idea adversa al
régimen era motivo de prisión o pena de muerte.
El Doctor Murillo no comulgaba con las ideas del gobierno de Carías
Andino y ello fue aprovechado por sus enemigos para enfrentarlo contra el
Gobierno. Sin embargo, aconteció que enfermo
gravemente la esposa del General Carías.
Fue atendida por los mejores médicos de la capital, pero resulta que
estos no fueron capaces de sanarla. De manera desesperada el General Carías
llamo al Doctor Murillo para que
atendiera a su esposa doña Elena de Carías y este puso todo su empeño logrando
curar totalmente a la paciente, cosa que causó la admiración y agradecimiento
del Presidente quien le otorgó el Título de Doctor. De esta manera y ya
facultado legalmente siguió su grandiosa labor de servicio al prójimo. Su vida fue una luz brillante que quedó
grabada en el corazón y mente de quienes le conocieron y más aun de quienes se
beneficiaron de su sabiduría. Las
actuales generaciones que solo conocemos su historia de oídas, nos sentimos
orgullosos de saber que en nuestro municipio vivió y existió el Doctor Gerónimo
Murillo, el personaje más sobresaliente de nuestra historia y uno de los
médicos más reconocidos a nivel
nacional. Su brillante vida se apagó en
1960, pero su legado aún perdura. El
Doctor Gerónimo Murillo trasmitió algunos de sus conocimientos a sus parientes
y después de su muerte dos personas siguieron dando su ayuda y curación a
muchas personas. Ellos son Don Lorenzo
Murillo Q.D.D.G. (hermano fallecido en 1982) y don Noé Ventura Murillo Q.D.D.G
(sobrino fallecido) quien vivía en la Aldea Flores ubicada a unos 10 km al Este
de Teupasenti. En el Parque Central de Tepausente, hay en el centro del mismo,
un busto de Jerónimo Murillo. En agradecimiento por sus innumerables
contribuciones a la salud del pueblo.
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