Juan Ramón Martínez
I
Durante la
colonia, la organización política y territorial de Honduras era la siguiente.
Estaba organizada como Intendencia y era dirigida por un Intendente que residía
en Comayagua, capital de la Provincia. Este era nombrado por el Rey de España”
(Mayes Huete, página 11) pero dependía del capitán general, que residía en
Guatemala. “La intendencia estaba dividida políticamente en 7 partidos, cada
uno bajo el mando de un subdelegado. Los partidos eran: Comayagua, Gracias,
Tegucigalpa, Choluteca, Yoro (incluyendo a Olanchito y Trujillo), Olancho y
Tencoa (que incluía San Pedro Sula y Omoa” (Mayes Huete, Documento número
2.301, Folio 9, legajo 78, Archivo General de Gobierno, año de 1821). “Por su
parte, Antonio de Tornos, en su informe de 1816 (Rómulo E. Durón), establece
que los partidos son: Gracias, Sensenti, Tencoa, Olancho, San Pedro Sula, Yoro,
Olanchito y Tegucigalpa”.
II
El acta de
independencia de Centroamérica, se conserva – según Jorge Larde y Larin – en
los archivos de la benemérita Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala; “
su texto está contenido en siete fojas manuscritas; consta de un introito y de
diez y nueve acuerdos, aunque efectivamente solo con 18, ya que falta el
numeral o acuerdo noveno; fue redactada por el sabio doctor José Cecilio del
Valle y asentado en el libro respectivo por el Secretario de la Junta de
Notables José Domingo Dieguez”. “Yo tuve el honor – dice Valle—de haber escrito
el acta memorable del 15 de septiembre de 1821, la primera de nuestra
independencia y libertad, recibida con entusiasmo por los pueblos de esta
nación y reimpresa con elogio en otros”. Ismael Zepeda, dice que, el 15 de
septiembre era sábado.
III
“La CIA
consideraba que todo se agravaba por la debilidad teórica de la militancia del
Partido Comunista de Honduras e incluso aseguraba que “no ha sido un partido
revolucionario, habiendo evitado la subversión u otra acción provocativa, con
el fin de obtener un grado de tolerancia bajo (el gobierno de Ramón) Villeda”.
No obstante, todo lo anterior, tomando en cuenta la presencia en Honduras de
los males sociales característicos de los países que experimentaban procesos de
lucha revolucionaria, la CIA concluía que, a largo plazo el PCH, si podía
representar alguna amenaza a tener muy en cuenta, especialmente cuando su
sector más radical, compuesta por jóvenes de la Juventud Comunista, clamaban
por el paso a formas de lucha más violentas. A esto se añadía un gradual
mejoramiento de la calidad de los cuadros políticos con el “envió a Cuba, en
los pasados dos años de algo más de un centenar de hondureños, algunos de los
cuales recibieron entrenamiento guerrillero allí” (Rolando Canizales Vigil,
citando a The Danger of subversionen Honduras, January 16, 1964).
IV
El 30 de abril
de 1965, citando a Longino Becerra autor de “El Jute”, Rolando Canizales, dice
que “el grupo guerrillero del PCH que operaba en las montañas de la Comunidad
del Jute, jurisdicción de El Progreso, Yoro, recibió un golpe fatal cuando una
patrulla del ejército sorprendió a 7 guerrilleros desarmados y los asesino,
incluyendo al dirigente campesino Lorenzo Zelaya, uno de los fundadores de la
Federación Nacional de Campesinos de Honduras (FENACH). Este hecho, sigue
diciendo Canizales, basado en Memorias de un Comunista de Rigoberto Padilla
Rush, “provoco una división en el PCH”. El grupo que había apoyado la acción
guerrillera. Que nos parece increíble que haya subido a la montaña desarmada,
decidió formar otro partido “conocido como Partido Comunista Marxista Leninista
de Honduras”
V
El 2 de
noviembre de 1979, por decreto número 831, la Junta Militar de Gobierno (Paz García,
Zelaya Rodríguez y Álvarez Cruz), en
Consejo de Ministros, determina en su artículo primero, “ que durante el
periodo de cuatro meses, a contar de esta fecha de vigencia del presente
decreto, se hará un cotejo entre los asientos del Censo Nacional Electoral,
hechos con certificaciones de partidas de nacimiento y los asientos de los
libros de nacimiento del Registro Civil de todas las municipalidades de la
Republica y del Consejo Metropolitano del Distrito Central. El cotejo se verificará
por comisiones igualitarias de los tres partidos políticos inscritos,
integrados por un delegado propietario y su respectivo suplente, propuestos por
los Organismos Centrales de aquellos y nombrados por el Tribunal Nacional de
Elecciones.” El número de comisiones era en relación a la cantidad de
ciudadanos censados en cada Localidad” (Alexis Oliva, pagina 200, Gobernantes
Hondureños, Siglos XIX y XX)
VI
El 7 de
diciembre de 1976, circulo el primer número de La Tribuna. En el indicador se
señala que su dirección está bajo la autoridad de Oscar Flores, luchador
liberal, miembro de la generación de 1935, ex director de El Pueblo, La Prensa,
ex ministro de Trabajo durante el régimen de Ramón Villeda Morales,
precandidato a la Presidencia de la Republica por el Partido Liberal y ex
Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Como subdirector, aparece Adán
Elvir Flores, joven periodista fogueado en la radio, diario El Pueblo y Diario
Tiempo y como Jefes de Redacción e Información se incluyen a Juan Sierra
Fonseca y Paulino Medina. El gerente era Carlos Flores. El 9 de febrero de 1977, empecé a colaborar
como columnista, en sus páginas de opinión. Desde entonces, han pasado 44 años
del diario más influyente del país. Y 43 de vinculación emocional y profesional,
en una actividad que, me llena de orgullo singular. De aquel grupo inicial,
sobrevivimos muy pocos. Adán Elvir, asumió a la muerte de don Oscar Flores, la
dirección del periódico. Y por ahora, soy el más antiguo de los escritores de
La Tribuna.
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