Oscar Aníbal Puerto Posas
Sin pretender ser exhaustivos, el presente
artículo consigna el nombre de ilustres compatriotas receptores –a virtud de
sus méritos- de reconocimientos de gobiernos extranjeros.- Nos alienta el
propósito de hacerles justicia y, es obvio, demostrar que este país “es cuna
del talento”, cual lo calificara el poeta cubano J. Joaquín Palma. Comenzaré
por el más brillante:
1.
Dr. José Ramón
Adolfo Villeda Morales (1908-1970).- Fue autorizado por el Congreso Nacional
que presidía el abogado F. Salomón Jiménez Castro, en uso de la atribución 17ª
del Art. 101 de la Constitución Política de 1936; para recibir la Orden de Mérito
“Carlos J. Finlay”, que se otorga a los que prestan relevantes servicios a la
Ciencia. La labor del médico camagüeyano Carlos Finlay es una de las más
importantes en el campo de las enfermedades tropicales.- Villeda, por su parte,
llegó a ser Presidente de Honduras (1957-1963). A mi leal saber y entender, uno
de los gobernantes más progresistas que ha tenido el país.
2.
Dr. Jorge Fidel
Durón Durón
(1902-1995).- Figura notable de la intelectualidad hondureña. Exrector de la
Universidad Nacional. Exdirector de la benemérita Academia Hondureña de la
Lengua (AHL). Ocupó Secretarías de Estado en gobiernos surgidos del golpe de
Estado. Recibió condecoración del Gobierno Español.- Es de imaginarse su
complacencia, gobernaba España Francisco Franco Bahamonde, “el generalísimo”.
Don Jorge Fidel Durón fue –hasta el fin de sus días- “hombre de derecha”. Fue
su opción y se le respeta. Al morir dejó un vacío cultural, hasta ahora, nadie
ocupa: “El Índice de la Bibliografía Hondureña”. Reseña anual de los libros
publicados en la patria de José del Valle.
3.
Manuel Luna Mejía (1911-1994).
Poeta, político y diplomático (nos representó ante la República de El
Salvador).- Como poeta, escribió: “En blanco menor” y, además nos legó: “Índice
general de poesía hondureña” (1960). Dando continuidad a una labor de
recopilación literaria, llevada a cabo por don Rómulo E. Durón, en “Honduras
Literaria” (dos tomos en prosa y verso). Labor que nadie continuó a la muerte
de éste en 1942.- Hasta que Luna Mejía comprende su triptolémica labor.- Don
Manuel también amó la política. Integró dos cámaras legislativas: (1948-1954) y
(1965-1971).- En ambas, fue Secretario del Congreso Nacional.- Lo que lo obligó
al cultivo oratorio deliberativo en un estilo prudente. Si se revisan los
boletines legislativos de las épocas anotadas, se verá la ausencia de ofensas
al adversario. Solo una vez fue Embajador (régimen de la Junta Militar de
Gobierno) y lo hizo tan bien que el país hermano le concedió la “Orden Matías
Delgado”, en el grado de Gran Cruz. Placa de Oro. El 25 de marzo de 1958,
mediante Decreto Número 18, el Congreso Nacional, presidido por el doctor
Modesto Rodas Alvarado h., lo facultó para recibir la orden de mérito. El
abogado Manuel Luna, a una edad avanzada ingresó a la Academia Hondureña de la
Lengua. Juan Ramón Martínez, en páginas de “La Tribuna”, celebró su ingreso con
un bello artículo que tituló: “Brindis por un académico”.
4.
Poeta, Néstor
Bermúdez Meza
(1896-1968). En el florilegio de la literatura hondureña espigan tres hermanos:
Antonio (1881-1948), Rubén (1889-1930) y Néstor. Todos ellos, nacidos en
Olancho. Néstor, fue diplomático por excelencia. Casi toda su vida transcurrió
fuera de Honduras. Cuba –la mayor de las Antillas –fue para el aeda un
territorio amado y, al parecer fue un amor correspondido, al grado que le
otorgó una de sus altas condecoraciones: La Gran Cruz “Carlos Manuel de
Céspedes”.- El gobierno debe reeditar la obra de don Néstor Bermúdez Meza. Digo
“el gobierno”, pues no hallo a quien señalarle esta misión.- Juan Orlando
Hernández, no paró mientes en suprimir el Ministerio de Cultura, Artes y
Deportes.- Obras como: “Perfiles fugaces” (II tomos); “Facetas” y otras,
merecen el homenaje de las nuevas generaciones.
5.
Dr. José Antonio
Peraza y Casaca
(1904-1981). Médico y político y, asimismo, orador y escritor. Dirigió con doña
Graciela Bográn y otros patriotas, la marcha cívica de San Pedro Sula (6 de
julio de 1944), que pedía el cese de la dictadura de Tiburcio Carías Andino;
que fue disuelta sangrientamente. Peraza, salió al exilio.- Vivió en Guatemala
y en Cuba. En este último país se convirtió en un estudioso de la vida y obra de José Martí. Es muy celebrado su
libro: “Enseñanza de Martí” y además a esta: “Páginas del Camino”. También hizo
la apología de nuestro héroe epónimo: “Morazán: hombre, héroe y símbolo”.- El
doctor Peraza fue Embajador de Honduras en España. De tan lucida actuación que
mereció la condecoración de “Caballero Gran Cruz de Isabel La Católica”. Por
Decreto número 44 del 29 de abril de 1958, el Congreso Nacional lo autorizó a
recibirla.
6.
Otros hondureños Ilustres, amén de los mencionados,
recibieron condecoraciones de gobiernos extranjeros: los profesores Ángel G.
Hernández (Orden Vaso Núñez de Balboa, otorgada por el gobierno de Panamá) y
Marcos Raudales Planas. Asimismo los ingenieros Gregorio Reyes Zelaya y Emilio
Pinel Moncada; el primero condecorado por la República Mexicana y el segundo
por la República de Cuba.- Lamento no hacer el esbozo biográfico de ellos, en
carencia de fuentes bibliográficas.- Está en mi interés que alguno de mis
lectores(as) contribuya a hacer más extenso este listado. El punto es éste: que
a estos ciudadanos ilustres no los sepulte el olvido.
Tegucigalpa,
M.D.C., 30 de diciembre de 2020
Fuentes:
-
Boletín
del Congreso Nacional, Serie IV, 1953-1954. Núm. 37.
-
Decretos
del Congreso Nacional Ordinario (1957-59).
-
González,
José. “Diccionario de Literatura Hondureña”.
-
Argueta,
Mario. “Diccionario Histórico-Geográfico Hondureño”.
JORGE FIDEL DURON DURON |
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