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Juan Ramón Martínez

Semana Cívica Atípica En Olanchito

 Orlin Cruz Martínez

La pandemia que nos abate fuertemente, tiene una amplia y profunda cobertura, tanto vertical como horizontal, que sin piedad ha arropado al mundo entero con su manto de terror, ha trastocado los cimientos de todas las actividades humanas, entre ellas: las económicas, sociales, políticas, culturales, artísticas, religiosas, turísticas y de toda índole, por esa poderosa razón es que en Olanchito este 2,020 no se celebró la Semana Cívica de la manera tradicional, como siempre se ha hecho, sin interrupción alguna desde 1935 que a la fecha de hoy suman 85 años consecutivos.

La celebración de La Semana Cívica surge como una idea novedosa y simpática de los respetables y renombrados mentores  de aquella época, encabezado por el profesor Francisco Murillo Soto, que sabia y enérgicamente rompieron los moldes anquilosados  de nuestra cultura, con el fin de afianzar los valores y principios que nos obliga la hondureñidad, en ese sentido fortalecer con más compromiso y decisión, rendirle culto a la patria, a los próceres, simultáneamente promover el arte, la cultura y de aderezo el civismo. La celebración de la Semana Cívica es muy propio de Olanchito algo sui  generis, como no sucede en ninguna otra ciudad del país, es única en su género cultural, los “Olanchitos” sienten orgullo y pasión por esta emblemática festividad que se celebra anualmente.

Es oportuno decir y reconocer que los maestros son los pilares fundamentales para programar, organizar y ejecutar lo concerniente a las fiestas patrias bajo la conducción del comité de la Semana Cívica de Olanchito, COSECIO y de la Municipalidad, los maestros con su ingenio y creatividad, cada año tratan de hacer innovaciones, esforzándose por  hacer más atractivas las actividades programadas y además entrar en la competencia institucional y así ser dignas de elogios y reconocimiento por la mayor parte de la población.

La Semana Cívica desde su inicio a la fecha ha tenido muchos cambios significativos, como es normal en una sociedad que lucha cotidianamente por superarse en todo sentido, sus programaciones han estado en un proceso de constante renovación, a pesar que los cambios por lo general en cualquier parte del mundo, provocan antagonismo, controversias y máxime cuando interfiere el ingrediente político, pero en Olanchito gracias a la sapiencia  de su gente esas diferencias han sido superadas, y como dice el pueblo, “de mangas o de faldas”, la Semana Cívica ha seguido su curso incontenible. En este 2020 su celebración fue atípica, la mayoría de las actividades fueron  virtuales, por la crisis sanitaria que estamos enfrentando.

Nunca se pensó que un ser tan microscópico como el coronavirus pusiera a temblar al globo terráqueo, ni aquellos países económica y militarmente poderosos, que se consideran dueños del mundo, han podido erradicar al COVID-19 generador de la pandemia, excepto los importantes logros obtenidos por China en la disminución de la propagación del virus, toda la población mundial sin excepción, sean ricos o pobres, blancos o negros, bonitos o feos, gordos o flacos, letrados o iletrados, están afligidos, esperan con ansias la protección inmunológica de la milagrosa vacuna, le piden clemencia a Dios que se acelere el proceso de certificación del antídoto,  para estar a salvo de la pandemia. 

A pesar de la crisis sanitaria que nos abate sin misericordia, la vida no se detiene, vendrán tiempos buenos y con ellos vendrán otras celebraciones  de las fiestas patrias, con mejores brillos y sin la pesadumbre que hoy dolorosamente vivimos.  Es comprensible que los “Olanchitos” estemos con el rostro alicaído, pero no somos los únicos en el mundo, lo más importante y valioso es que aún tenemos vida, no hay que dejarnos abatir por el pesimismo, lo que nosotros en la actualidad no podamos hacer por cualquier razón, vendrán nuevas generaciones con  ideas transformadoras impulsando los cambios que nuestra sociedad necesita.

Lo rescatable es que COSECIO DE 2,019 asumió responsablemente la conducción de la Semana Cívica, para que no se truncara dicha festividad, la coordinación de los eventos estuvieron bajo la dirección de los maestros: Danny Mendoza, Gelin de Peraza y Alexander Guerrero, siendo apoyado por otros maestros y la Corporación Municipal presidida por el Ing. Tomas Ponce. No hay que dejarnos amilanar por los sinsabores de la vida, la pandemia algún día terminará, recordemos aquel dicho popular que expresa lo siguiente “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Por el bienestar de nuestro pueblo, recobremos la fe perdida,  un nuevo amanecer nos espera.

Olanchito Septiembre 2,020

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Sobre el autor

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Olanchito, Yoro, 1941. Realizó estudios de profesorado en Ciencias Sociales en la Escuela Superior del Profesorado y es licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Divulgador cultural y periodista de oficio, Juan Ramón Martínez Bardales es columnista del diario La Tribuna desde 1976, medio en el que también coordina los suplementos Tribuna cultural y Anales históricos. Además, mantiene una columna en La Prensa de San Pedro Sula y una semanal en la revista Hablemos Claro.